De cómo Mateo descubre una vez más que al final, en San Martín del Sella todo se sabe

Hoy a las 22 h. en Antena 3

Llega Julia al pueblo, una atractiva y joven bibliotecaria a quien nadie conoce. Alfredo (Alex O'Dogherty), el policía, queda inmediatamente prendado de su belleza, y se dedica a atender cualquier necesidad que la nueva inquilina de la biblioteca del colegio pueda tener. Ella mantiene una actitud de dejarse querer, lo que atrae las miradas y deseos de varios habitantes masculinos de San Martín del Sella, en especial de Riqui (Gonzalo Kindelán), que empleará todo su atractivo, juventud y energía para enamorarla.

Adriana (Natalia Verbeke) da un paso adelante, e invita a Mateo (Gonzalo de Castro) a cenar. Él acepta, aunque le advierte que no bebe alcohol, y le da entender que es muy difícil de contentar por vía culinaria, ya que está acostumbrado a mesas de alto nivel. La profesora pasa por alto sus inadecuados comentarios y le pide que en la cena disfrute como una persona normal, y que no critique su comida aunque no haya Dios que se la pueda comer. La cita finalmente no llega a concretarse: Mateo (Gonzalo de Castro) privilegia su manía al pueblo antes que su atracción por Adriana (Natalia Verbeke) , y recula.

Mateo (Gonzalo de Castro) es objeto de una broma colectiva: el pueblo se organiza para burlarse de él, y ante su respuesta borde y falta de sentido del humor, su calidad de médico queda en entredicho. Se lleva a cabo, entonces, un "Consejo de Notables", que debe decidir si Mateo (Gonzalo de Castro) es apto o no para ejercer el cargo. Nuestro médico se adelanta a los acontecimientos, y antes que le den el resultado del juicio, dimite de su cargo y opta por marcharse, decisión que a nadie parece importarle mucho, salvo a Adriana (Natalia Verbeke) y a Tía Juana (Rosario Pardo).

Con la decisión tomada, y sin nadie dispuesto o capaz de hacerle cambiar de opinión, se produce un accidente que lleva al borde de la muerte a un alumno del colegio, muy querido por todos. Mateo accede a hacerse cargo, y debe intervenir al menor sobre la marcha, con todo lo que esto significa para él.

Literalmente, le salva la vida, y lo hace ante los ojos de Adriana (Natalia Verbeke), lo que le reivindica como médico ante todos y le convierte en un héroe para la profesora. Mateo (Gonzalo de Castro), sin embargo, aún dolido por la manera en que le tratan, no claudica: se marcha del lugar, no quiere saber nada de ellos, de su comarca ni de nadie. La decisión parece tomada.